domingo, 23 de enero de 2011

El arte de la danza



Víctor Ullate nos vuelve a sorprender con su arte en un nuevo espectáculo, El arte de la danza. Ayer en Molina, hoy en Lorca. Aquí dejo la crítica que ha hecho del mismo Margarita Muñoz Zieliski (La Verdad, domingo 23 de enero de 2011), titulada Así habla Ullate, y un vídeo promocional... Simplemente, la bellaza en movimiento...

"Si la danza es el lenguaje del cuerpo, el bailarín el instrumento, la técnica el modo de convertir el movimiento en armonía y belleza, el que todo esto sea un arte radica en que esos creadores llamados coreógrafos estén dotados de talento e inspiración. Belleza, serenidad, superación de dificultades, moldear los cuerpos hasta obtener unas líneas tan hermosas como increíbles. Es así como nos habla Ullate en su espectáculo 'El arte de la danza' que, estrenado hace unos meses, ahora llega a Murcia. Un bailarín solo en escena, Yester Mulens, inicia con su variación de increíble plasticidad el recorrido por diferentes estilos de danza, académica, libre, moderna, de calle, claqué, modalidades en las que se van incorporando los bailarines, chicos y chicas con juventud y fuerza arrebatadoras, preparación física y técnica perfectas. Fantástico Dorian Acosta. Contraste de la danza española, toque de humor clásico, divertida broma bien interpretada a base del tutú que baja del cielo, y Chopin, Wagner, Mozart compartiendo la música moderna de Bebe, Madredeus o el compositor japonés Kodo. Las mezclas, el orden de variaciones, la acertada escenografía, son los pilares fundamentales para que la coreografía al completo discurra con comodidad para el espectador. Eduardo Lao desde hace ya algún tiempo comparte con su maestro Ullate la responsabilidad de creación para la Compañía. Y el entendimiento artístico entre ellos está claro cuando se trata de dar un sentido a determinados montajes. Técnica y movimiento. Solos, paso a dos, a tres o a cuatro, un soplo de vodevil con 'remakes' conocidos, Rita Hayworth y su guante. Variedad musical, piezas diferentes. Y detrás de todo se adivina una intención, alusiones a la condición humana, canto a la vida y su belleza. Los ballets con argumento ya sabes de qué van. Pero cuando no hay argumento, entonces somos receptores de determinadas emociones y sensaciones. El truco está en saber oír y escuchar no solo la música sino también la danza y a quien con ella te habla".