lunes, 9 de julio de 2012

De amor y de odio

Amar con los ojos cerrados es amar como un ciego.
Amar con los ojos abiertos tal vez sea amar como un loco: 
es aceptarlo todo apasionadamente. Yo quiero que me amen con locura.
Marguerite Yourcenar, Feux, 1935



«El tango es una danza de pareja abrazada con un abrazo que es contención, no estrujamiento. Abrazar es dar con los brazos abiertos y el que da un abrazo con los brazos abiertos recibe con todo el cuerpo. Así unidos, los dos integrantes se desplazan en el espacio, pero no es un espacio cualquiera. Al contrario, es un espacio creado por los dos. [...] El tango niega las matemáticas porque uno más uno no son dos, sino uno, la pareja [...]. Es un verdadero diálogo corporal y amorosos, donde los dos manejan la autodeterminación y donde también hay momentos de silencio. Un silencio que necesariamente forma parte del diálogo, que lo enriquece si quieren, pero nunca lo anula. En este diálogo, los dos pueden proponer, porque aunque uno tome la iniciativa del primer movimiento, según como sea la respuesta –ya sea por velocidad, amplitud o dirección–, [así] es el siguiente movimiento. Por eso hay que aprender a vivir el error como posibilidad de enriquecimiento. 








Astor Piazzolla, Tango apasionado. BSO Happy together (Wong Kar-Wai, 1997)


Si esto no hubiese sido así, el tango no existiría. No deben enojarse ante un fallo: busquen el contacto con el otro e intenten crear juntos. Finalmente, el tango también es una forma de autoconocimiento, porque así como en nuestra vida de relación –ya sea como amigo, amante o padre– conozco mi calidad de tal a partir del otro, en el tango puedo ser un protector o un protegido, un dominado o un dominador. Puedo ser infinitamente tierno, violento o, tal vez, la mezcla de todo eso. Y mi pareja está ahí para mostrármelo. Esto que planteo no es fácil, pero solo cuando lo entiendan podrán bailar y, además, de una manera distinta cada día: a veces con violencia, otras con ternura, otras en verdadero éxtasis, pero seguro que no irrumpirán la danza». 


Bucay, Jorge y Salinas, Silvia. Amarse con los ojos abiertos. Barcelona: RBA Libros, 2009.



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